No es algo complicado, si disponemos de un poco de tierra, semillas, y un riego periódico, tenemos una huerta a nuestro alcance, pudiendo gozar de un hobby antiestrés, conectar con la naturaleza, y recolectar productos frescos de mucha calidad y sabor para disfrutar con familiares y amigos.
Considerar que el suelo debe ser fértil, preferiblemente compost. Una vez elegidas las especies, debemos considerar: la época del año en que se siembra, las distancias entre plantas y entre líneas para su siembra, su requerimiento de agua (riego) y luz, enfermedades y plagas a las que son susceptibles, manejo de cada especie, tiempo de recolección y forma de recolección.
La información específica de cada especie se encuentra al seleccionar cada una en la sección “nuestros productos”.
Para elaborar nuestro propio compost podemos colocar tierra y restos orgánicos (desechos de la cocina) en un recipiente y dejar que los microorganismos hagan lo suyo, al tiempo tendremos tierra muy fértil para sembrar futuros alimentos.